La
ciudadanía en la historia del escultismo es uno de los temas más complejos, a
su vez fue motivo por el que rápidamente obtuvo apoyo de sectores ligados a la
oligarquía, masonería y militares en los distintos países de América Latina al
momento de su Institucionalización. En el caso de Argentina la primer
Institución Scout aparece en 1912, año que fuera promulgada la Ley Saenz Peña consagrando
el voto universal, obligatorio y secreto poniendo fin por este medio al ciclo
de gobiernos oligárquicos.
El “notable” Perito Moreno veía en el movimiento una
herramienta para moralizar a las futuras madres (mujeres) y a los
futuros ciudadanos (hombres); a los pudientes y a los menesterosos, a los
“hijos de papá” (ricos) y a los holgazanes (pobres) y fue la figura más
influyente para sentar las bases de lo que fuera ANSA, y uno de los artífices
de la Ley Irigoyen que consagrara el monopolio del Escultismo a una sola Institución.
Como notable ocupo puestos importantes en el Consejo
Nacional de Educación representando los intereses de la derecha liberal,
en franca oposición con las izquierdas
de la época y con la Iglesia Católica que ocupaba un importante espacio,
a partir de la ausencia del Estado en muchos lugares del país, ocupándose a
través de órdenes religiosas de la fundación de escuelas en cientos de nuevos poblados,
además de trabajar en la educación de
los pueblos conquistados que le valieran la fama a Moreno como Perito y
coleccionista de cabezas. En este tiempo de transición posterior a la Ley Saenz
Peña, y debido a las acusaciones de distintos sectores (anarquistas, Iglesia,
etc) por su concentración de poder y accionar impetuoso, Moreno sería
desplazado de su cargo en 1914.
Por el acceso al voto de las grandes
mayorías el Escultismo pasa a ser una urgencia para las Oligarquías gobernantes
en función de la promoción de los ideales liberales ya que sus privilegios
corrían el riesgo de verse afectados por el pensamiento anarquista, socialista
o católico (en 1891 la encíclica Rerurm Novarum inaugura la Doctrina Social de
la Iglesia Católica cuestionando al capitalismo y al socialismo). La Iglesia a
partir de la acción progresista de los salesianos a lo largo y ancho del país,
pasaba a ser un problema respecto de la promoción de derechos de los pueblos
conquistados y de las denuncias de las masacres cometidas
en la Patagonia y Tierra del Fuego. Es a partir del copamiento por parte de
este sector social que busca imponer sus concepciones, que surgirán
tempranamente experiencias socialistas de “escultismo sin scouts” y los
exploradores de Don Bosco.
Los binarismos “Morenianos”[1]
nos interrogan sobre su concepción de ciudadanía y por la utilidad del escultismo
para uno u otro lado de las columnas, donde se percibe que las mujeres, los
menesterosos y los holgazanes no tendrían el mismo lugar que los hombres, los
pudientes, y los "hijos de papa". No debemos olvidar que Moreno entiende el escultismo
en contigüidad al pensamiento de Esteban Echeverría quien concibiera la ciudadanía no
como una cuestión de derechos y garantías sino como deber
social de los más capaces quienes deben
ejercer una labor pedagógica sobre la sociedad. No se trata que dentro ANSA
el Perito no tuviera su contrapeso, por
ejemplo en la figura del pedagogo José Berruti - un demócrata radicalizado[2]-…
se trata de qué visión sobre la ciudadanía triunfó y para ello alcanza con ver
los Directorios de “notables” y militares, como las publicaciones scouts de la
época.
Ciudadanía ¿romana, judía o cristiana?
Si a partir de la Educación del Carácter el
Escultismo es un modo de Educación Moral ¿Cuál es el origen de la moral
esperable en el ciudadano? ¿Una moral a la grecoromana? ¿una moral judeo-cristiana?...
esta cuestión es determinante además de actual.
En la concepción romana lo “bueno”
era entendido como los valores que eran impuestos por la conquista de
unos sobre los otros, o sea estaban dados por la posición social ocupada
siendo lo “bueno” todo aquello que tenía que ver con el lugar de los
vencedores: nobleza, riqueza, agresividad, sensualidad; y lo
malo la forma de vida de los vencidos (cito textual a Nietzsche): “el
hombre vulgar en cuanto hombre de piel oscura (…) en tanto el color
era lo que lo distinguía de la raza rubia, es decir de la raza aria de los
conquistadores que se habían convertido en los dueños”, lo malo era lo abyecto,
lo bajo, lo plebeyo, los pobres… en síntesis los siervos, esclavos y artesanos y quienes no están en el
sistema productivo (¿holgazanes?).
Cuando escribo esto no deja de resonarme el discurso instalado en
nuestro país con relación a “los negros”, “los inmigrantes”, “los
choriplaneros” junto a la concepción de ciudadanía de la generación del 80´de
la que el Perito Moreno fuera uno de sus últimos representantes respecto de la
“labor civilizatoria” sobre la “barbarie” sumado a la “doble vara” o mejor
dicho “doble moral” respecto del accionar delictivo donde los ricos son
inimputables y si no se aceptan sus valores neoliberales el país se desmorona.
Nietzche señala que el oprimido pueblo
judío al liberarse de la esclavitud provoca una inversión de los valores en tanto que la humildad, la pobreza, la
hermandad pasan a ser lo bueno y la nobleza, la riqueza, la agresividad y
la sensualidad lo malo… a esto le llama “veneno” en tanto se la
entiende como “moral que surge del resentimiento” donde los débiles pretenden
imponer sus valores a los fuertes… y no deja de resonar la época actual en donde
cualquier posición política distributiva (impuestos, planes sociales, ayudas
económicas, atención de la salud) o comunitarista es vista como “veneno”, las manifestaciones sociales
por cuidar los derechos como especie de complot de los holgazanes ( “agarren la pala” es parte de este folclore del poder)
que querrían quedarse con lo que los poderosos “producen” (cuando es sabido que
producen los trabajadores)
¿Acaso estas concepciones no están
en el centro de las ideas de ciudadanía, especialmente en las concepciones
liberales del Estado? Los valores en los que se asienta el sistema democrático
pueden servir para afianzar a los poderosos o para limitar su poder que por
otra parte es REAL en tanto son los dueños nacionales e internacionales de las
cadenas productivas y comunicacionales que generan opinión y juicios sin pasar por la justica; sería de esperar que actúen como límite pero las
realidades de los países que no son centrales demuestran lo contrario. ¿Acaso
el neoliberalismo actual no propone el ideal “romano” de hombre liberado de
cualquier deber excepto para con sí mismo, siendo la filantropía asistencialista
el paradigma de la no-crítica al sistema de poder en nombre de un amor
abstracto a valores individuales lejanos al hombre concreto, sirviendo en el
mejor de los casos para alimentar su ego?. Si la democracia resurge en la
modernidad como limite al absolutismo ¿no estamos en una época donde el poder
absoluto no pasa por el Rey en alianza con una religión, sino que lo tienen los
mercados financieros y sus sacerdotes economistas neoliberales de la Iglesia
del Fondo Monetario Internacional quienes prometen que luego del sacrificio de
los más débiles vendrá un tiempo de bonanza donde la copa de los ricos
derramará a los pobres?
Baden Powell partiendo de sus
simpatías con el socialismo ingles y los movimientos culturales que tuviera
acceso desde niño (hermandad pre-rafaelita y art & craft) rescata la
Caballería y el Código de los caballeros como valor que orienta el escultismo,
especie de “tercera posición” donde el trabajo vuelve a retomar su lugar
como arte y desarrollo de la persona. La moral caballeresca es esencialmente
cristiana y tiene que ver con el surgimiento de un “amor nuevo (Ni la moral
de los vencedores, ni la de los vencidos) donde entiende al caballero como un
ser saludable, aventurero, que se regocija con la vida y la toma como partida
de ajedrez donde enfrenta la realidad del mundo en función de su código. La
idea de Justicia Social queda claramente expresada en el concepto de Felicidad
que toma de Bentham, de igual manera la necesidad de que los scouts sean “ciudadanos
activos” en la construcción de la misma, y no pasivos frente a los
valores impuestos.
En
la evolución del concepto de ciudadanía observamos cómo la labor ciudadana del escultismo se
ha reducido a la concepción liberal. Si existe alguna defensa activa de
derechos es con relación a los individuales con un silencio selectivo con
relación a lo social. La búsqueda de alianza con los gobiernos y con las
Grandes empresas es otra muestra de los valores romanos con los que se negocia,
ya que son los poseedores del poder real teniendo un papel central en la
generación de la injusticia social. La identificación del escultismo con la
derecha liberal y neoliberal es una carga que se distribuye de forma pareja en
todas las organizaciones, no importa en qué grupo se realicen las actividades…
Si alguna miembro del movimiento cree que esto es un prejuicio social, se
engaña (somos grandes para que no se admita). Probablemente algo en lo que
acuerdan implícitamente distintas asociaciones es la falta de compromiso con la
construcción de una sociedad más justa… algunos ocultos en un tradicionalismo
aventurero, otros en una supuesta visión renovada y modernizada de
participación juvenil... pero ambos confluyen en lo mismo. Creo que merecemos
reflexionar sobre el tema ¿o no?
[1]
Los niños y el Perito Moreno. “Ciudadanía del mañana”, scoutismo y asistencia
social. Andres Bisso. (IDIHCS -CONICET – UNLP)
[2]
Escuela y Democracia. José Berruti
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