Imagen: de la web. Grupo Scout Andresito Guacurari
Behind-the-scenes
Llevo muchos años trabajando en
instituciones (no me refiero a las Scouts solamente) y siempre se repite la
misma escena. Se le presta mayor atención a quienes menos necesitan de ella, y
muchas veces se los promueve y expone socialmente como forma de mostrar los
logros de la Organización (lo que es dudoso). Esto no es gratis para los “no
promovidos” que viven en carne propia la diferencia de la preferencia.
Y ahí vemos al “Scout Estrella” preso
en una escena que inicialmente no elige, pero lo entusiasma por el
reconocimiento que implica…¿qué encontramos detrás de la escena? Las sutilezas
de los mecanismos reproductores del poder que en el “realismo scout” del cual
nos hablaba Forestier en "Escultismo ruta de Libertad", encuentran alguna limitación en tanto lo que importa es lo que se hace, mientras que en el escultismo parlamentario se potencia en tanto lo que importa es lo que se
dice
Detrás de la escena en la que
aparece el “Scout Estrella” como representante o candidato a algo, nos
encontramos años de trabajo donde el concepto de liderazgo ha sido reducido a
los Guías de Patrulla sostenidos por los dirigentes, especialmente a aquellos que les provocan
menos problemas para el trabajo por estar más “adaptados” socialmente gracias al acceso a la educación y la cultura. Aquellos para los que sí existen cursos, no
como para los distintos cargos de Patrulla.
Detrás de la escena del “Scout Estrella”
encontramos años de aval de violencia Simbólica (aquella que se ejerce de
manera indirecta por quien ocupa un lugar de dominación, siendo uno de sus
instrumentos principales el uso del lenguaje) que los dirigentes han permitido
a quienes “mejor hablan”, haciéndolos sentir a ellos –los dirigentes y los
oradores - mejores líderes en tanto repiten un discurso donde no importa que se
haga carne. Los primero son los responsables de las grandes conversaciones
sobre los cerros de Úbeda, los valores, y el cambio, con escasa participación
de los que “menos hablan” en tanto no cuentan con las mismas herramientas del
lenguaje (por diferencia educativa, cultural, por ser concretos en su trabajo),
alentando la reproducción del esquema social de poder y de clases, algo que
cuando se trabaja sobre lo que se hace ocurre con menor frecuencia.
Detrás de la escena del “Scout
Estrella” el programa oculto de la organización enseña a niños y jóvenes que es
mejor ser “representados” por alguien que “hable bien” aunque “no haga”, a ser
representados por alguien que “haga, pero no hable bien”, esto se amplía especialmente
en los sistemas de Foros que a diferencia de los Congresos y/o exposiciones de
emprendimientos comunitarios, no tratan de acciones concretas sino de palabras.
Es en el aprender – haciendo, en el hacer concreto, donde la potencia del Ideal
se convierte en acto.
Detrás de la escena del “Scout
Estrella” se encuentra un escultismo vaciado de contenidos, de técnica, de
experticia, de acción concreta en la transformación de la realidad social y
comunitaria.
Representar por lo que se hace, o
representar por lo que se dice
Toda una tradición nos habla del
escultismo como “escuela de liderazgo” pero ¿qué tipo de liderazgo ha prevalecido?
¿el basado en el acto o en la potencia? ¿El que produce cambios en la realidad
o el produce eventos y medios de comunicación orientados a la “fraternidad”?
¿el de líderes burgueses de la clase “acomodada” o el de líderes en sus
comunidades barriales, trabajos, iglesias, sindicatos, partidos políticos?
Si nos fijamos en la época del
esplendor de los gremios artesanales (Emile Durheim[1])
la representatividad articulaba el hacer y la palabra (no del todo imposible).
En la modernidad y con el nacimiento del capitalismo se destruye el sistema
artesanal, encontrando el germen de la dicotomía entre palabra y acto.
En el acto encontramos la base de
los futuros gremios de trabajadores –proletarios- generándose una hermandad
entre personas por lo que hacen (aunque no piensen lo mismo). A partir
del hablar surgirán los partidos políticos generando hermandad entre las personas por
lo que piensan y no por lo que hacen, de allí que el Escultismo
Parlamentarista siempre ha sido burgués y hoy es parte de la política neoliberal en tanto en su teoría y práctica se produce el choque ideológico
que pretende hegemonía, quizás por eso a lo largo de la historia (al menos en
argentina) los grupos de niños pobres que se iban empoderando pertenecían
generalmente a la USCA y no la INSA, como en la actualidad sucede con una parte
importante del escultismo independiente que funciona en zonas humildes. Un Escultismo
Realista al basarse en las acciones concretas, distintas en cada
comunidad permite construir lo que se denomina “equivalenciales”[2]
atravesando (sin negarlas) cuestiones ideológicas generales y de clase. Importa
lo que hagan, pero también lo que digan… Importa qué impacto concreto genere la
articulación entre hacer y el decir.
Como he señalado hace mucho tiempo Baden Powell crece y respira en el ambiente familiar la hermandad prerrafaelita
y el art & craft que
pretendía –entre otras cosas- volver a unir el hacer y palabra, lo que podemos
ver reflejado en la definición de “artes scouts” y la construcción de la base del método
conocido con el nombre de “Sistema de Patrullas”, influencias a veces poco
estimadas por los lectores de escultismo que prefieren el relato de Brownsea o
la aventuras militares de BP, a las bases de su pensamiento político –
educativo. En el Sistema de Patrulla se trata de liderazgo compartido donde
vale tanto un buen Guía como un buen Cocinero. Las relaciones son cara a cara y
las decisiones son tomadas por la patrulla. La representatividad es “corta” en
tanto el Guía representa la opinión de su Patrulla (un grupo de hasta 8
personas) en el Concejo de Guías… y no más. Lo mismo sucederá en todo el
esquema grupal porque finalmente como siempre se ha dicho, el Consejo de grupo funciona
como un Concejo de Patrulla. A medida que crece la representatividad – se hace
mas “larga” o son más los representados- también lo hace la no –
representatividad, en tanto existe menor posibilidad de consenso. Tomemos el
ejemplo de un Distrito bajo la lógica de un representante de los jóvenes…
¿alguien puede afirmar realmente que represente la opinión de todos los
jóvenes? ¿o representará la opinión de unos y de otros no? Si la elección se
basa en el hablar ¿a qué jóvenes representará y a cuáles no?. De allí deviene
que las lógicas institucionales para que puedan funcionar con la menor
segregación posible, deben ser lo más cortas posibles.
Una Gran Institución tiene como
consecuencia una gran segregación en un mecanismo que repite esquemas de poder
y que proyecta hacia el vértice del mismo a los que “mejor hablan”
especialmente cuando se parlamenteriza el sistema. Las instituciones más “cortas”
con grupos y distritos federados son más potentes para alojar la diferencia y
hacer obstáculo a los mecanismos de reproducción de poder de las distintas
hegemonías. Pueden producir consignas y encuentros más ligados al hacer y las
realidades regionales, culturales y sociales, con menor posibilidad
de segregación y mayor posibilidad de ayuda mutua.
Recuerdo que cuando estaba en SdeA,
posterior a mi paso por el ENP (Equipo Nacional de Programa) en el ENDI (Equipo
Nacional de Desarrollo Institucional) propusimos y diseñamos junto a Alejandro
Fosatti (quien era el Director) un encuentro donde los Rovers mostraran los
proyectos que habían realizado, una gran feria que a su vez pasaría a conformar
el armado de una biblioteca de proyectos para que otros Rovers pudiesen
consultar. Habíamos diseñado en función de nuestras propias experiencias de
trabajo con comunidades (no solo eran los títulos de psicólogo y sociólogo) los
indicadores que medirían el impacto de las experiencias en distintas áreas.
Este Proyecto fue desechado porque atentaba contra los Foros (que se trata de
hablar y de elevar consideraciones a la Asamblea Nacional), luego algo de ello
fue realizado en otra gestión pero con variaciones significativas… restando
potencia. También su momento había
propuesto que el Foro terminase con un lema anual amplio al cual cada grupo,
distrito y zona se abocaría a trabajar durante el siguiente año realizando al
menos alguna actividad o proyecto dentro del “paraguas” del lema (lo que
permitía reinventarlo en función de cada realidad) y luego, en la jornada
previa al foro, se realizaría una feria donde cada participante mostraría en
concreto en qué había trabajado durante el año sobre lo decidido en el Foro
anterior… una clara articulación con el escultismo franco – belga (realista)
donde si Ves la realidad, la Juzgas… tenes que actuar porque si no es puro “chamuyo”
( Definición: dícese en argentina de quien profiere palabras bonitas que el
otro quiere escuchar ) . Demás está decir que esto no fue compatible con los
Foros que estaban para cosas más importantes. No es casualidad el viraje de un
escultismo juvenil que transforma el espacio de las comunidades, hacia un
escultismo juvenil que mira su propio ombligo institucional, que se ocupa de los
intríngulis de la Organización de soporte ¡para que el escultismo no sea
ombliguista!
Dos formas de entender el escultismo
y la ciudadanía, dos proyectos institucionales… presentes en todas las instituciones
scouts… por eso es bueno preguntarse no solo para qué educamos, sino para
quienes…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario