En estos
días circuló en Facebook un escrito del Scouter Mexicano Carlos García donde
abría la posibilidad de pensar sobre algunas cosas relacionadas a la práctica del escultismo.
No fue el
escrito el que me sorprendió, sino las opiniones de respetables personas del
movimiento scout de la Organización OMMS que desde mi punto de vista, al tratar de deslegitimar la opinión de García cayeron en una serie de "errores" comunes por no realizar una lectura del tema desde una perspectiva amplia. Señalaré algunas frases en función de
lo que quiero desarrollar en el escrito, no son textuales pero analizaremos que son falaces ¿qué significa esto? Un argumento engañoso que oculta la verdad.
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Si
cambias de Asociación perdes las raíces.
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Es
más fácil irse que perseverar y cambiar las cosas desde adentro, votando
estratégicamente.
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Hay muchas
ventajas en quedarse. No sólo número de participantes, sino talentos,
oportunidades, y también recursos financieros.
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Los
que se van son “grupúsculos” generalmente manejados el fundador y sus acólitos
que arman su propia tienda.
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Irse
implica pensar en los adultos y no que el movimiento es de los jóvenes.
Primera Falacia: si
cambias de asociación perdés las raíces
¿Acaso un árbol trasplantado a otro país no se adapta a la nueva tierra
dónde ha sido llevado?
Podría
decirse que las raíces de las instituciones scouts en cada país y en cada
región–incluso en un barrio- tratan de
cómo ingresó la propuesta del escultismo y se fue desarrollado. Es algo
objetivo –y me refiero a Argentina- que algunos grupos scouts surgieron en
Bases Navales haciendo una práctica de “escultismo naval”, en parroquias dentro
de las propuestas que las comunidades de fieles ofrecían a sus miembros,
colectividades de inmigrantes con rasgos de la propia cultura (colectividad
Armenia, Polaca, etc), en asociaciones
civiles scouts. Lo propio del escultismo fue ser concebido como “plataforma”
para distintas comunidades. La organización es algo que vino después y con ella
la historia institucional y los distintos estilos de escultismo que fueron incorporándose,
por ejemplo en Argentina –a diferencia de otros países de la región- al estilo
inglés se le sumó el estilo franco - belga a través de la
adhesión a las plataformas de los Scouts de France anteriores a la
primer gran reforma pedagógica de la mano del constructivista Laszlo Nagy. La
segunda gran reforma se produjo en 1996 con el viraje cognitivo –
comportamental impuesto por la OSI en la región, cuyo resultado inmediato fue la fragmentación de distintas asociaciones scouts que entendían a la reforma del Programa eliminaba sus practicas (por ejemplo del escultismo naval que no está contemplado) homogeneizando el Programa en toda la región
¿Cuáles
serían las raíces que se pierden? ¿acaso el cambio de programa no podría ser
considerado también una pérdida de las raíces? Eso es al menos lo que indican
las distintas asociaciones que se fundaron, y las que se agruparon en las
nuevas asociaciones mundiales alternativas a la OMMS, como por ejemplo WFIS,
que cuenta en la actualidad con más de 5 millones de miembros
Evidentemente
el tema de las raíces es una cuestión de perspectiva, para la OMMS dentro de las raíces se trataría de una continuidad histórica de la
Organización desentendiéndose de la discontinuidad del Programa
provocada. Para las organizaciones no OMMS las raíces son los programas por lo
tanto que las discontinuidades provocadas alejarían al escultismo de ellas,
de hecho en Argentina el número de aquellos que practicaban el estilo franco belga (la USCA) triplicaba el de los
practicantes del estilo ingles (que era la afiliada a OMMS) con algún pequeño retoque. Con el tiempo la
modalidad mayoritaria fue eliminada del programa quedando solo unos pocos rastros y
el escultismo católico reducido a una pastoral escindida del
programa y a una organización interna que ha mostrado su escasa utilidad
Segunda Falacia: Es más
fácil irse que perseverar y cambiar las cosas desde adentro, votando
estratégicamente.
Frase de uso rápido dentro de la cantinela de argumentos falaces. Nada
más alejado de la realidad que suponer que irse es una especie de cobardía,
todo lo contrario, exige mucha valentía. Si existe algo doloroso es marcharse
del grupo o que el grupo se retire de la Organización por no acordar con el
Programa, ya que mas allá de los slogan son los adultos aquellos que lo implementan siendo niños y jóvenes quienes deciden dentro del marco que se
propone.
¿Qué es lo
votable? ¿El cambio de Programa? Por supuesto que no. De la misma manera que en
1998 se impuso desde la cúpula hacia las bases engañando a los socios con qué
existirían convenios firmados por los que la Organización renuncia a la
soberanía programática, durante las distintas gestiones del Ejecutivo se evitaron
las Indabas reales donde los miembros de la Organización propusieran y
decidieran sobre el Programa, se armaron conferencias, después retomaron el
nombre de Indaba sin que lo fueran, se podrá participar de la manera que quiera
pero NUNCA se podrá cuestionar la base del Programa, sus objetivos, su Plan de
Adelanto, etc… si el programa no funciona no es
por su diseño, sino porque estaría mal implementado por lo que hay que
capacitar mas (apareciendo la chorrera de módulos que hacen imposible que un
dirigente se forme en un tiempo más o menos lógico) Ustedes dirán que cambiar
el Programa o seguir una línea de escultismo distinto es imposible en la OMMS …
avísenle a los BSA de Norteamérica que si no respetan el programa OSI no pueden
ser scouts, su programa es mucho más cercano al de las asociaciones nuevas y
escindidas que al de la OMMS a la que pertenece… y dicha organización no los
expulsa, en más, son ellos junto con algunos poderosos los que se dan el lujo de expulsar a Eduardo Missoni
quien fuera Secretario General de la OMMS
De allí la
mentira de que se pueden cambiar las cosas desde adentro, quien cree eso
simplemente es un iluso. Se podrán cambiar las figuritas que ocupen los cargos…
pero el cambio de Programa (que es lo que importa porque de eso se trata el
escultismo) y la vuelta para una parte importante de la asociación al estilo
del escultismo
católico o del escultismo naval reactualizados a
nuestro tiempo es prácticamente imposible. Programa Unico significa eso: anulación de la diversidad por
decreto.
Cuanto más
integrado a la comunidad se encuentra el grupo scout, más difícil es tomar la
decisión de irse ya que implica cortar los lazos con quienes uno comparte la
tarea no solo grupal sino de la parroquia o en el barrio. Es por este motivo
que la compulsión de las entidades patrocinantes funciona, y de allí que al
fundarse SdeA la Conferencia Episcopal se comprometía a que los grupos de las
Arquidiósesis pertenecieran a SdeA (aunque hubo excepciones). En 1998 con el
Programa impuesto por la Asociación, con posterioridad al engaño de los Cabildos de Programa, gran
parte de los grupos que provenían de USCA se querían marchar, pero la
compulsión de la Iglesia no lo permitió... si se marchaban perdían los vínculos
con la comunidad.
¿Es fácil
irse?
No es una
decisión cobarde, hay que ser valiente, muchos perseveran estando, autoengañandose
de que algún día cambiarán las cosas. No hay mejor escultismo que el que se
practica convencido de lo que uno hace y por qué lo hace, y para eso se hace
necesaria la libertad de asociación en las comunidades.
Tercera Falacia: Hay
muchas ventajas en quedarse. No sólo
número de participantes, sino talentos, oportunidades, y también recursos
financieros
Cada vez que escucho o leo algo como
esto no sé si reír o llorar. Recuerdo la cantidad de chicos que no pueden
practicar el escultismo por no poder pagar las cuotas social, aunque en algunos
países del continente la cuota la paga el gobierno, pero el seguro (lo más
caro) queda a cargo de cada chico… o sea más o menos lo mismo. La mayoría del
dinero recaudado en las grandes ONGs son para financiar burocracia,
generalmente más de la mitad del presupuesto se va en salarios y una parte
importante del resto en viajes de las autoridades nacionales, estadías… incluso
en algunas organizaciones se alquilan hoteles para hacer las reuniones.
Mientras tanto en cada grupo los
chicos venden rifas, empanadas y tortas para pagar las afiliaciones y juntar
algo de dinero para el campamento, los padres hacen menús de fin de semana con
pollo, pizza u organizan un bingo, los dirigentes pagan cada uno de los cursos,
y no es que quienes los dictan cobran por ello… también son voluntarios. La
cantidad de dinero que sale del bolsillo de las familias y dirigentes hacia la Organizacion es
inmensa y nunca lo he visto volcado a las necesidades de los niños y jóvenes de
los que tanto se habla... y si el grupo se va de la Organización ademas se pretende quitarle los matriales comprados con el esfuerzo que la comunidad ha realizado durante años: carpas, incluso los propios lugares gestionados por
las comunidades y puestos a nombre de la Organización y no de una Asociación
Civil propia (que es lo ideal)
Las grandes Organizaciones están
escindidas de aquellos que la sostienen y se han convertido en una burocracia
que se alimenta a sí misma y que repite un esquema de representatividad de
clases no solo mediante la exclusión de la pobreza sino mediante la promoción
de jóvenes que han tenido un mejor acceso a la educación, porque difícilmente quienes menos recursos poseen puedan ser escuchados o representar a alguien en las
Organizaciones donde ha dejado de importar lo que se hace, siendo más
importante lo que se dice.
Cuarta falacia: Los que
se van son “grupúsculos” generalmente manejados el fundador y sus acólitos que
arman su propia tienda.
Es genial el
uso del lenguaje. Si algún grupo se va de la organización, pasa a la categoría
de grupúsculo con un fundador y acólitos (palabra causalmente de significación
religiosa y no laica). No existe la posibilidad de que un grupo o conjunto de
grupos decida armar otra organización por desacuerdo con el Programa, con la política
de la Organización o su estructura de poder. Si un grupo de la Organización rompe
en pedazos una comunidad guía- scout que funcionó durante 50 años (ejemplo
real) no se tratará nunca de “grupúsculo” sino de “Necesidades del Programa Educativo” sin
importar la destrucción de una comunidad barrial… desde esta
perspectiva la Organización actúa desde la lógica del conquistador al que no le
importan las comunidades sino solo conquistar, y los que deciden irse son la "barbarie"...
Quinta falacia: Irse implica pensar en los adultos y no que el movimiento es de los
jóvenes.
Difícilmente
alguien se vaya pensando en los adultos a no ser que haya sido segregado por la
Organización o se encuentre en una situación de conflicto importante. Al menos
los que conozco generalmente hacen referencia a los desacuerdos con los cambios
de Programa o por convencimiento de que trabajar con otra modalidad beneficia a
los niños y los jóvenes. Solo desde una visión instrumental de los adultos se
puede significar que quien decide cambiar de propuesta no piensa en los niños y
jóvenes, dando por sentado que la organización (un ente abstracto) piensa en ellos
y quien no acuerda con la Organización no.
Es una verdad a medias que el movimiento es de niños y jóvenes… Los marcos donde se participa
del gran juego son definidos de forma precisa por cada una de las modalidades
de escultismo y esto lo han hecho y hacen los adultos (en sus distintas
subdivisiones, porque los jóvenes también son adultos). El programa generalmente se orienta en una autogestión
progresiva donde cada vez tienen mayor poder de decisión los niños y jóvenes.
Los adultos tienen todo el derecho para decidir dónde realizarán su tarea voluntaria, y esto más que censurable debiera ser elogiable, en tanto compromiso con la infancia y la juventud en la asoación qué decida.