-
Sacha.
Menudo problema. El observatorio está vacío y hay una entrada ¿alguien quiere
asomarse?
-
Alina.
Voy yo. Hay mucho silencio así que debe estar vacía. En este lugar parece que
no hay seguridad… ni drones, ni un ejército de vigilantes… nada
-
Sacha.
También puede ser una fachada. Estamos en medio de la nada, en la altura, un
lugar ideal si te querés esconder.
-
Entro.
Alina traspasa una gran puerta metálica y baja por las escaleras. Queda
sorprendida por lo que ve. El observatorio era la entrada a un laboratorio
gigante donde se veían trabajando maquinas – robots de última generación, unos
pocos vigilantes, y en un lugar vidriado parecido a una pecera, personal de
Sonmanto que por sus vestimentas se notaba que tenían alguna importancia.
Decide subir las escaleras para avisarle a sus amigos que se podía bajar
-
Alina.
Se puede bajar, creo que es el laboratorio, propongo que bajemos a tomar fotos
y nos vayamos
-
Todos.
Si, hagamoslo
-
Sacha
pero no todos, somos muchos. Vayamos tres con las cámaras
-
Joaho.
Me ofrezco a ir solo, como no estoy registrado en ninguna computadora porque mi
familia es parte del grupo que transporta la mercancía de las colonias a la
jerarquía de la Ciudades Estado, y por seguridad nuestros datos están borrados
de los registros.
-
Sacha.
Ok. Ten cuidado. Nosotros esperamos fuera del observatorio escondidos.
Joaho
ingresa al Laboratorio. Avanza por los distintos pasillo con unos viejos google
glass adaptados, que por medio de un conversor digital- señal de TV
transmitiría en Blanco y negro todo a la tablet que dejaba en posesión de las
patrullas, mientras de forma automática se grababa en ella todo el recorrido.
Sus amigos verian lo que hacía Johao con las antiquísimas señales de TV en
Blanco y negro que eran indetectables ya que hacía décadas que no se usaban.
Avanza por
el laboratorio de forma silenciosa. Mas de una vez los convertidos en
televidentes habían contenido el aire suponiendo que los vigilantes iban a detenerlo,
pero los cabeza pequeña se movían de forma muy estereotipada por lo que sus
movimientos eran predecibles. Se acercó a pocos metros del laboratorio y
decidió esperar un rato. Sus amigos fuera del observatorio ya estaban
incomodándose porque el objetivo estaba cumplido, ya tenían filmada la
instalación.
En un
momento los dos miembros de Sonmanto que se encontraban en la Pecera salen con
destino a un lugar de comidas para el personal, y Johao ingresa. Comienza a
revisar papeles de forma rápida para que la cámara los registre, abre pantalas
de computadora y archivos, estaba tan entusiasmado que no se dio cuenta cuando
los Miembros de Sonmanto ingresaron y lo descubrieron, los que automáticamente
cerraron el laboratorio y dieron alarma.
Tres
vigilantes detiene a Johao. Uno de los investigadores le señala al otro que
estaba grabando con los lentes, se los sacan y se corta la conexión. Huemules y
Timbúes quedan ciegos respecto de lo que sucedía con Johao pero deciden
esperar.
Horas
después ven como dos Vigilantes llevan a rastras a Joaho hacia una de las
casitas del exterior. Lo ponen dentro y cierran las puertas para luego
retirarse
-
Sacha.
Esperemos la noche y rescatémoslo
-
Mariah.
¿No será una trama?
-
Piero.
Mejor vigilemos. No sabemos qué pasó, si dijo algo de nosotros
-
Maximiliam.
Dice que está en un cárcel cerrada electrónicamente. Que entre sus cosas tiene
una tarjeta universal utilizada para el contrabando que puede abrirla porque no
es de alta seguridad, sino mediana. Dice que no pudieron saber quien es y que
no se dieron cuenta que el google glass estaba adaptado para transmitir sin
satélite porque lo rompieron inmediatamente.
-
Sacha.
Decile que esperaremos a la noche.
-
Maximiliam.
Ya lo transmito.
-
Verónica.
Me ofrezco a ir a sacarlo, en estas montañas puedo llegar allí sin ser vista
-
Piero.
Hago el apoyo.
-
Sacha.
Si toman más prisioneros no podremos rescatarlos, tenemos que llevar la
filmación para que llegue a la Resistencia.
En silencio
y en una tensa calma, huemules y timbúes esperan la noche.
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