lunes, marzo 20, 2017

Relatos Distópicos T2. Incursión desde el "pozo de los clavos"



            Todo está dispuesto para comenzar la Asamblea. Todos sabían de qué se trataba pero era momento de tomar decisiones.

-          Sacha. Bueno. Como ya sabemos casi sin querer la búsqueda de aquello que aparecía en la comida de “ciudad Centro” nos llevó a descubrir algo que no esperábamos, que la Corporocracia tiene un programa de Obsolescencia Programada con el objeto de controlar la cantidad de población hasta que culmina su vida útil, y esto se basa en la incorporación en la comida del  gen 34f el que a partir de una vulnerabilidad en el sistema inmune de las personas, provoca una enfermedad mortal. Podemos volvernos con el descubrimiento o avanzar un poco más
-          Natalia. Avanzar un poco más implica encontrar el lugar donde se produce y la información necesaria para que los Biólogos de las colonias traten de buscar algún tipo de solución
-          Piero. No creo que el Bibliotecario nos avale a avanzar, es de mucho riesgo, ya no se trata de que como scouts estamos reconociendo la zona sino de que puede ser peligroso para todos nosotros. Si nos descubren ¿Qué va a pasarnos?
-          Joaho. Mi abuelo murió a los 55 años, mi abuela a los 56. Mi padre tiene 50 lo que implica que en 5 años es posible que él también muera. Nos alimentamos con la comida de Ciudad Centro y si bien manejamos parte del contrabando nada de lo que pasamos de un lugar a otro queda para nosotros. No quiero verlo morir ni morir a mis seres queridos
-          Eleonor. Esto no es algo que ocurre solo en Ciudad Centro; Ciudad Soya tampoco tiene población anciana, solo muy pocos viejos. Supongo que es algo común en todos los lugares, sería cuestión de averiguarlo
-          Maximiliam. ¿Y qué se supone que hagamos?
-          Mariah. Ir a la mina de Uranio
-          Maximiliam ¿¿¿queeeee??? ¡¡estas reloca, nos van a comer las vacas mutantes o nos van a fulminar los drones!!
-          Mariah. No. Tenemos las pulseras. Las termografía de las vacas es similar a la nuestra por lo que podemos avanzar de noche mientras duermen y ocultarnos entre ellas cuando la pulsera entre en tiempo de recarga. Solo hay que ponerse en la misma posición que las vacas, esta variedad duerme de pie y con los ojos abiertos, así que de lo que se trataría es de trazar el camino hasta la mina de Uranio y allí vemos.
-          Piero. Con Eleonor podemos trazar el camino a la mina de uranio y con los visores nocturnos avanzar.
-          Sacha. Bueno. ¿Avanzamos?
-          Todos. ¡¡Salvar!!

            El crepúsculo muestra que el día va terminando, Huemules y Timbúes arman sus mochilas para tratar de llegar a la mina. Piero y Eleonor ya han definido el camino y  calculan que en pocas horas llegaran al punto de destino, la vieja construcción en ruinas que está cerda de la entrada de la mina de Uranio y de una pequeña laguna donde se vierten deshechos. Verónica a quien sus amigas le dicen jocosamente “la cabrita cordobesa” irá al comienzo de la fila, quienes hacen de cartógrafos darán indicaciones, y joaho con un largavistas térmicos indicará la ubicación de las vacas mutantes para acercarse a ellas.

-          Joaho. Bien. Fijemos el rumbo, sobre aquel lugar está el primer grupo de vacas
-          Eleonora. Lo fijé en el mapa. Cuando digamos activen las pulseras y paramos donde las vacas duermen para que se recargue la energía.
-          Verónica. Avanti!

            Caminar a la noche a oscuras, en las sierras, no es una experiencia recomendable para no expertos. La caída y la posibilidad de lastimarse es muy importante. Las patrullas avanzan sigilosamente en dirección a las vacas. Deciden tomar el viejo camino a la mina y con los cálculos de tiempo de carga y recarga deben apartarse solo para camuflarse de los drones

-          Verónica. Ahora vamos hacia las vacas… silencio… no las despierten.
-          Maximilian ¿son peligrosas?
-          Verónica. Simplemente no las despierten. Si ven un lagarto quédense sin hacer ningún movimiento, si se mueven lo detectan y pueden atacarlos. De noche no ven bien, pero los movimientos lo detectan

            Llegan al primer grupo de vacas y toman posición: cuatro patas durante 15 minutos que tarda la recarga. Maximiliam levanta la cabeza y se siente observado por los ojos rojizos del animal mutante… comienza a transpirar y a desesperarse… Eleonor le dice que se quede quieto y recuerde que duermen con los ojos abiertos.


            Tres tramos fueron necesarios para llegar a la vieja construcción. Una vez allí buscan un lugar al reparo de los drones, y duermen por turnos. No saben qué encontrarán en la mina.

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